La semana pasada disfrutamos en la sede de Mormedi de la tercera edición de “Talking Futures”, nuestra serie de conversaciones breves sobre tendencias que están cambiando el mundo y que se expanden infinitamente hacia el futuro.
Tuvimos la suerte de contar con la presencia y opinión de Dimitris Bountolos, Chief Information & Innovation Officer en Ferrovial, una referencia en el sector de las infraestructuras.
En la conversación, basándose en nuestras Trend Cards, Dimitris charló acerca de la tendencia de “Intelligent safety” tras las preguntas que le formuló nuestro Director de Marca y Estrategia Digital, Joe Lozano.
Ya puedes escuchar la entrevista completa en nuestro Spotify y en Ivoox, y verla en nuestro canal de Youtube. Aquí recogemos algunos extractos interesantes de lo que Dimitris compartió con nosotros.
¿Por qué has elegido esta tendencia?
Porque es la menos sexy. Todo el mundo habla de “autonomous driving”, todo el mundo tiene unas expectativas altísimas del nuevo “retail onboard”, muy vinculado a la conducción autónoma y poder desligarte del volante, inventarte un espacio y un uso, y todo el mundo intentando monetizarlo. Pero el componente de cómo la tecnología puede ser capaz de reducir la siniestralidad de una manera consistente independientemente del método de transporte también es una revolución. Parece que tiene un segundo orden de importancia, no es tan evidente, o tiene menos incentivos, y nosotros pensamos que tenemos una responsabilidad adicional.
Estamos dedicando mucho tiempo a pensar cómo podemos facilitar que esa mejora o esa ampliación del “safety” venga no solo de los vehículos sino también de la infraestructura, que habitualmente no era un aliado. Y estamos viendo cómo el ecosistema, ese “situational awareness” o esta amplificación de la información en la que puedes ganar con anticipación unos segundos de ventaja antes de que se pueda generar un siniestro o que tengas una decisión que sea muy compleja para el ser humano, le estamos dedicando mucho tiempo.
¿Qué estáis haciendo?
En diferentes planos, desde la infraestructura, convertirlo en un aliado. (…) Una de las primeras decisiones es: ¿por qué no digitalizamos la infraestructura y en esa réplica digital empezar a incorporar mecanismos que puedan darle al vehículo una “amplified situational awareness”? ¿Por qué no somos capaces de definir un estándar que transmite la información de las señales de tráfico, sean estáticas o dinámicas, con anticipación?
Lo que hicimos fue embarcarnos en un proyecto de digitalización de las infraestructuras físicas, definición de modelos en los que pudiéramos simular múltiples escenarios, creación de algoritmos en los que con nuestras cámaras y con el “footprint” que tenemos de años en nuestros activos, poder identificar qué casos de uso podríamos estar desarrollando con vínculo al “safety”, y luego entrenar esos algoritmos, creando imágenes y entornos sintéticos para mejorar algunos casos de uso.
De lo que nos dimos cuenta es de que podíamos disponibilizar esos casos de uso a través de microservicios o de APIs e intentar conectarlas a una cadena de valor en la que no estando todavía el vehículo listo podías tener una gestión dinámica mucho más efectiva en los paneles, elevar esa información a un centro de control para tomar decisiones mucho más robustas, conectar con actores como los navegadores que hoy por hoy intentan, de un modo colaborativo, como Waze y otros, y acercarte al vehículo, que era el fin último: que el vehículo, ya sea con una asistencia o con una orquestación que utilice ese input para tomar una decisión, como bajar la velocidad o frenar, redujera el grado de libertad que hoy un humano es incapaz de gestionar cuando le estás poniendo la presión de que socialice dentro del vehículo o haga cosas que no son conducir.
Tenemos 14 o 15 casos de uso, desde los más simples: un objeto en medio de la autopista, un kamikaze en sentido contrario, en una incorporación a una vía central en la que hay una densidad alta de tráfico tener la referencia de si tengo que bajar la velocidad o no, haciendo el cálculo no por lo que veo sino por lo que te digo; y eso puede hacer incluso que circunstancias no tan directamente vinculadas con la seguridad sino con la capacidad de la vía, además, mejore.
¿En qué crees que está la tendencia de las ciudades inteligentes hoy?
Sobre todo en que hay mucha sensibilidad. La presión por reducir la siniestralidad en la movilidad, interurbana o urbana, es cada vez mayor. No se concibe que tengamos dispositivos inteligentes que no se hayan aplicado a algo tan valioso como la vida. (…) Las ciudades ya venían con una trayectoria de años intentando identificar qué mecanismos podían desplegar. En los entornos interurbanos y en las arterias de llegada no era tan habitual. Hay estándares, y esto es importantisimo. Hoy en gran medida los fabricantes de coches se han dado cuenta de que el vehículo es cada vez más una commodity y de que la diferenciación de un modelo de otro modelo, de una marca de otra marca, se apoya más en lo digital y menos en lo físico. (…)
La industria del automóvil no ha tenido mucho sentido durante muchos años como para desarrollar su competitividad a través de un producto que comercialmente se diferenciara desde la óptica del servicio. Y hoy, a través de lo digital, tener actualizaciones recurrentes, estar conectado y esperar que pasen cosas durante el ciclo de vida del vehículo es un “must”. El vehículo vale más conforme pasa el tiempo o vale menos si no incorpora determinadas cuestiones.
¿Cómo ves esta tendencia en el medio plazo?
Creo que incorporará más el “behavioral” del usuario, tenga o no una involucración cada vez menor como conductor. Creo que los patrones de conducta asociados a lo que hago y cómo lo hago, con una dinámica en la que la cámara del interior tiene determinados sensores para ver si yo estoy fatigado, tracking de aspectos tan delicados como estar afectado con sustancias alcohólicas que reduzcan tu capacidad cognitiva… es un área complementaria a lo que os he contado. (…)
Hoy hay modelos en los que el “safety” se puede convertir en una recompensa si tienes patrones objetivos vinculados a la aceleración, a la frenada, al uso de determinadas señales, anticipación a la hora de hacer determinados gestos… Hay un punto de complicidad con el conductor en el que ser consciente de lo que está haciendo y saber que puede tener una recompensa y tener elementos pasivos que le están monitorizando, y que eso no genere fricción por la exposición que puede tener, es una segunda evolución de lo que estamos proponiendo.
Vamos a crecer ¡juntos!
¿Tiene preguntas sobre su próximo gran paso?
Mormedi tiene respuestas.